Según pudo averiguar este medio, ya se constituyo la querella de la familia y amigxs de Alejandro Bravo, “Caniska” y tendrá como representantes legales a los abogados Gabriel Pavón y Sergio Gómez. Si bien recién este lunes tomarían contacto con el expediente, se sabe de antemano que el mismo incluye testimonios que involucran a dos vecinos de la zona donde Bravo fue detenido por integrantes de la comisaria Séptima.
Lo álgido del asunto, es que estos vecinos señalados por los testigos, serian integrantes de fuerzas de seguridad, un policía y un suboficial del Ejército, lo cual genera sospechas sobre la investigación que pueda hacer la propia Policía, más allá de que ambos estaban fuera de servicio.
El único trascendido tras la autopsia, es que Alejandro Bravo murió a causa de un hematoma cerebral, producido presumiblemente por un golpe de puño o algún elemento que no dejó marcas superficiales. La causa, ya tendría la caratula homicidio y es llevada adelante transitoriamente por la jueza Cristina del Valle Romero, quien la tendrá bajo su responsabilidad hasta el final de la Feria judicial.
Según el informe que la Alcaldía y comisaria Séptima aportaron a la Secretaria de DDHH de la provincia, Alejandro Bravo falleció en el hospital Vera Barros, lugar a donde fue trasladado por una ambulancia del 107 tras descompensarse en el ingreso de la Alcaldía.
Desde el círculo de amistades y familia de la víctima, se apunta a la policía como responsable y denuncia como contexto más general la estigmatización que practican las fuerzas de seguridad contra el colectivo de artesanos. Para este viernes 5 de febrero a las 19 hs, se convocó a una marcha en Plaza 25 de Mayo.