A las muertes y el dolor que causan la pandemia, se le suman las miserias de aquellos que aprovechan este momento para debilitar al gobierno y sus políticas de cuidado de la vida, para fortalecer como propias, las posiciones de las corporaciones del poder real.
Son personajes sin nada más para ofrecer que la ostentación y la prepotencia de los dueños del poder mediático. Nada de lo que salen a decir tiene valor informativo para la sociedad, sin embargo copan las pantallas y son puestos en agenda porque sirven para ponerle voz al poder de las corporaciones, que es para quienes trabajan y quienes los sostienen en la política. Son parte de un fenómeno más amplio que tiene que ver con la injerencia solapada en las instituciones del estado y políticas por parte de grupos del poder económico concentrado, que para favorecer sus intereses, inconfesables de cara a la sociedad, recurren al juego sucio. En todos los casos MIENTEN; siembran polémicas y confusió; atacan con odio para mantenernos enajenados de la verdad o enfrentarnos entre hermanxs. Intentan manipularnos para que resignemos los intereses mayoritarios y ellos puedan instalar los intereses de las minorías económicas. Lo hacen desde la posición dominante de los medios concentrados, que son el brazo simbólico del capital financiero y desde la oligarquía local, enquistada en distintos ámbitos de decisión, históricamente signada por su falta de identidad nacional.
Estos personajes que no son todxs y que algún día formaran parte del museo de la infamia, ponen su rostro para poner en debate el valor de la política desprestigiándola, amañándola con mentiras y difamaciones porque en el fondo lo que necesitan es mantenernos en el individualismo y la antipolítica.
En nuestra provincia tenemos referentes políticos y mediáticos del poder real, aunque busquen parecer como otra cosa, o no aparecer, ahí están cada vez más nítidos. El ex ministro de Defensa y actual senador riojano de Juntos por el Cambio, Julio Martínez; el corresponsal de Cadena 3 y columnista de medios Fénix, Nelson German; el empresario y ex vice gobernador Nestor Bosetti, y el ex embajador en México del macrismo, Jorge Yoma, son en este momento quienes tiene la tarea de hacer valer la voz de las corporaciones y el poder real en nuestra provincia. Mienten si dicen que representan al Pueblo y mienten también, si dicen que solo se representan a sí mismos. No son los únicos, hay más; algunos hacen su tarea desde una supuesta imparcialidad, otros desde su adhesión a los prejuicios del opresor, pero en este momento, los que citamos con nombre y apellido son quienes llevan la voz cantante del poder real. Lo más bajo, es que utilizan o se enganchan en reclamos de cualquier naturaleza para desde allí remontar sus discursos de mentiras, odio y división.
Ante esta situación, la alternativa es seguir confiando en la inteligencia colectiva de los actores políticos y sociales que luchan contra el poder de las corporaciones. Pero no solo confiar, también hace falta más poder popular nacido de las organizaciones que ponen conciencia en el territorio; hace falta más lucha para lograr la desconcentración mediática y más medios y comunicadorxs populares y comunitarios, para darle voz a las organizaciones del pueblo y a la comunidad.
Es necesario construir desde lo simbólico la identidad de un sujeto crítico capaz de conquistar sus derechos y sostenerlos. “Lo haremos tú y yo. Nosotros lo haremos. Tomemos la arcilla para el hombre nuevo”*. A no aflojar.
- *De la Canción del Hombre nuevo de Daniel Viglietti