Por Ricardo Clemente Quintela – Desde hace un tiempo venimos insistiendo con la idea de que la pandemia, que llevó a paralizar la económica global, desencadenaría un cambio en los paradigmas con los que se venía manejando hasta el momento.
El default o la cesación de pagos de deudas soberanas, es algo que en este momento de crisis todos los países del mundo se están planteando. En el caso de Argentina, lo que plantea nuestro presidente, no es precisamente ir al default, sino expresar la voluntad política de pagar, en el marco de un entendimiento razonable para las partes. Se trata de una deuda que contrajo el gobierno anterior y de dólares que en su mayoría terminaron afuera del país a causa de la bicicleta financiera. Sin embargo, la continuidad institucional del Estado habla de que tenemos que cumplir las obligaciones con los acreedores. Lo que pasa, es que un país que no produce, porque se le destruyó el aparato productivo no va poder pagar; por lo tanto necesitamos recuperarnos, vender al exterior y generar las divisas suficientes para poder afrontar el pago sin comprometer la sustentabilidad.
Esta lógica a la que hago referencia, es la que Martin Guzmán nos expuso a todos los mandatarios provinciales cuando participamos en la reunión donde explicó el plan de pago que propondría nuestro país. En ese momento acordamos que lo que necesita el país es un período de gracia, o una quita de intereses y capital; o combinación de estos factores que le permitan al país viabilizar las condiciones para pagar. Finalmente la primera propuesta elevada no fue aceptada por los fondos, pero su sustento político se mantiene ya que se sigue negociando sin que los acreedores, pese a los primeros vencimientos, hayan declarado el default.
En lo que se refiere a la deuda riojana que forma parte de la nacional en cuestión, la situación es la misma: la voluntad política es pagar, pero si no nos ayudan no podemos hacerlo. Teóricamente la deuda se pagaba con lo que genera el Parque Eólico, si éste genera lo suficiente para hacerlo en muy buena hora; caso contrario la Provincia no tiene para afrontar el pago.
Lo que si pasó, y en el marco de la negociación de la deuda argentina, es que hace un tiempo el Gobierno nacional abonó una deuda que tenía con La Rioja y nos pidió que hiciéramos el esfuerzo de pagar los intereses de nuestra deuda de alrededor de 14 millones de dólares. Esto fue un gesto que Nación a las provincias, en el marco de las negociaciones que sostiene con el FMI y demás acreedores externos. Hoy esta discusión con los grupos financieros está en pleno desarrollo y la posición de nuestro país ha ganado consensos en los actores globales, que permiten suponer que algo está cambiando positivamente en las reglas del juego que antes eran impuestas básicamente por el capital financiero.
El texto surge a partir de declaraciones vertidas por Ricardo Quintela en el programa “Bajo La Lupa”, en su edición del jueves 21 de Mayo; conducido por el periodista Esteban Gianello, en Canal 9 La Rioja.